lunes, 12 de marzo de 2012

Los niños de la guerra. autor Solovieva Ksenia


Se denomina ¨los niños de la guerra¨ a los miles de menores de edad enviados al exilio durante la Guerra Civil Española desde la zona republicana a la Unión Soviética, entre los años 1937 y 1938, para evitarles los rigores de la guerra.

Según avanzaba la Guerra Civil Española, debido a las duras condiciones que se sufrían en la retaguardia republicana, se organizaron diferentes "envíos" de menores de edad a países más o menos afines ideológicamente a la causa republicana o únicamente con intenciones humanitarias, con el objetivo de que los pequeños dejaran atrás las calamidades propias de la guerra. Las expediciones fueron organizadas a través del Consejo Nacional de la Infancia Evacuada, creado a tal efecto por el gobierno del Frente Popular. Francia (con unos 20.000 niños evacuados), Bélgica (5.000), Reino Unido (4.000) y, en menor cantidad, Suiza (800), México (455) y Dinamarca (100) recibieron de ese modo a menores españoles evacuados. A la Unión Soviética fueron enviadas cuatro expediciones entre 1937 y 1938, con un total de 2.895 niños, 1.676 de ellos varones y 1.197 mujeres. Las salidas desde Valencia y Barcelona estaban formadas por hijos o familiares de pilotos o militares. Todas ellas contaban con el apoyo del gobierno de la República española, de la Unión Soviética y de la Cruz Roja Internacional, realizándose convocatorias públicas para la selección de los niños y sus acompañantes. El recibimiento dispensado en Leningrado a alguna de las expediciones fue una fiesta. Como correspondía a una maniobra con un trasfondo propagandístico de importancia, en la que se demostraba el apoyo soviético a la lucha contra el fascismo en España, las autoridades soviéticas se preocuparon de la higiene, alimentación y salud de los niños. Se les distribuyó en diferentes centros de acogida, las "Casas de Niños" o "Casas Infantiles para Niños Españoles", entre las que había casas de descanso de los Sindicatos e incluso pequeños palacios que habían sido expropiados durante la Revolución de Octubre. En estas casas, aparte de tener cubiertas todas sus necesidades, recibían educación en su mayor parte en español, impartida por los educadores españoles (en su mayor parte mujeres), conforme al modelo educativo y los ideales soviéticos. La propaganda comunista los veía, de algún modo, como la futura élite política en una república socialista española que surgiría de la victoria en la Guerra Civil. Entre los niños y sus familiares también existía el convencimiento de que su paso por Rusia sería corto, y en sus testimonios confirman que se sentían felices ante la aventura del viaje a un país extranjero. Los días felices acabaron el 22 de junio de 1941 cuando el ejército alemána atacó a la Unión Soviética. Los niños que se encontraban en las dos casas de Leningrado sufrieron los primeros meses del bloqueo de la ciudad por el ejército alemán, en el crudo invierno de 1941 a 1942. Las condiciones de vida en ese "segundo exilio" empeoraron notablemente. Muchos niños fallecieron o enfermaron: la tuberculosis y el tifus, unidos a las severísimas temperaturas del invierno soviético y la mala alimentación, provocaron numerosas víctimas. Los primeros ¨niños de la guerra¨ regresaron a España en las expediciones que tuvieron lugar en 1956, tras un acuerdo entre los gobiernos ruso y español. Actualmente muchos retornaron a su Patria, pero otra parte queda en Rusia.


Yo pienso que los niños no debes conocer que es la guerra, pero estos niños infelizes supen que es esta. Ellos estaban obligando abandonar su patria porque comenzó la guerra civil. Los niños estuven evacuado en URSS. En Urss ellos vivían bien pero cuando comenzó Gran Guerra Patria ellos otra vez vieron la guerra. Yo compadese de estos niños infelizes.













3 comentarios:

  1. Soy conforme contigo. Los niños no deben saber que tal la guerra. Esto rompe toda su vida.

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  2. Soy conforme con el autor. La guerra es un período muy difícil para los niños, así como para los adultos.
    Me enorgullezco que Rusia ha aceptado a los niños. Esto es muy generoso por parte de las personas.

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  3. Soy conforme con el autor. La guerra es un período muy difícil para los niños, así como para los adultos.
    Me enorgullezco que Rusia ha aceptado a los niños. Esto es muy generoso por parte de las personas.

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